Julito, ¡qué pereza!

Me dá mucha pereza escribir sobre Julito, 'el de la casa, el de siempre, el dicharachero', agregaría yo que el streaper frustrado, el amante frustrado, el policía frustrado.

Como siempre, esta es mi opinión personal, que no la del Blog.

Desde un principio en la Casa 1 de Gran hermano 10, no soporté mucho a Julito, alguien que al segundo día se despelotó con ese feo calzón amarillo y que sólo hacía que cantar o silbar, era un atentado para cualquiera que quisiera seguir el 24 hs. en simultáneo, ya recuerdo que muchos pedíamos a gritos que le hicieran callar. Luego me empezó a caer mal también por sus artes de pulpo, interesándose por cada una de las féminas (menos Mirentxu y Almu), diciéndoles a cada una que le gustaba, y que quería mantener una charla 'fuera'. Creo que si en esos momentos lo hubiésemos tenido a tiro, hubiera salido por goleada, pero tuvo suerte.

Se unió a Palomares y a Mirentxu porque eran los únicos diferentes en la convivencia, o con un papel más a su gusto, 'casero', como él, y así se estuvo escondiendo entre canciones insufribles (algunas inventadas) y fogones y estropajos. No se involucró nunca en los problemas de los demás, como que si no los viera. Y este chico que no me inspiraba nada más que cansancio, debo reconocer que ahora me inspira algunas cosas peores. He podido leer muchas veces, envidia y rencor en sus miradas. Envidia por Iván y por Orlando, por ser hombres grandes, con experiencias, con mundo o kilómetros. Y rencor porque se le han ido sus amigos, y obviamente culpa a más de uno de los que quedan, de ello.

La última semana se ha inventado una postura de soledad que no existe (pobrete, está solo, con la Virgen de la Candelaria), que no se le puede creer, no sólo por su rostro al decirlo en el Confesionario, si no por lo que vemos en la vida cotidiana. Está absolutamente integrado por todos, menos cuando él mismo intenta apartarse (hecho que dura poco tiempo, porque no es natural y se aburre).

La frase por la que se lo conocerá será "soy el Julito de casa, el de siempre, el dicharachero". El que 'tiene tanto corazón' que salva a la dominicana, 'cosa que nadie haría'. ¿Pero quién se cree este tío que es? De tan simple, le parece que toda España merece conocerlo. ¿Bueno y generoso? Pues no, cuando alguien hace algo por otro, no necesita promocionarse a sí mismo, si no, es interesado, es querer ganar en imagen. ¿Dicharachero? ¿Eso es por los despelotes en las fiestas?

Madre mía, qué aburrimiento, no quiero por nada del mundo que esta noche sea él el que se quede en Guadalix, porque no quiero más posturitas fingidas malamente, y mucho menos, oir torpes conversaciones sin sustancia.

Yo prefiero emocionarme, enojarme y reirme, y eso, sólo me lo dá Almudena, aunque eso sí, ¡a lo bestia!

(Sé que muchos no estaréis de acuerdo, pero también por eso, me gustaría leer vuestras opiniones ;-))